En 50 años la producción ganadera ha modificado 65% de los usos de suelo a nivel mundial.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 07 de febrero de 2020
La expansión del uso de suelo para la producción ganadera contribuye a la deforestación del planeta, afirma la organización ambientalista Greenpeace. En el reciente reporte sobre este tema, “Menos es Más”, señala que este tipo de producción ha sido la causa del 65% de los cambios del uso del suelo y de la expansión de los pastizales a nivel mundial en 50 años.
En América Central y América del Sur la expansión de los pastizales para la producción ganadera ha sido una de las causas de esta destrucción, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
El área de la tierra necesaria para la producción ganadera (tierras para pasto y alimento de ganado) es aproximadamente entre el 75 y el 80% de toda la tierra agrícola. Específicamente la producción de la carne vacuna requiere más tierra, ya que necesita 28 veces más terreno que las necesarias para productos lácteos, carne de cerdo, carne de aves de corral y huevos juntos.
La deforestación libera miles de millones de toneladas de bióxido de carbono en la atmósfera y causa la extinción de miles de especies todos los años. Eliminar terrenos boscosos para el uso de suelo para pastos o cultivo de alimentos para animales puede cambiar el ecosistema mundial, alerta la organización ambientalista.
Ganadería ecológica
Greenpeace plantea que existen alternativas de producción menos abusivas con el medio ambiente y que pueden garantizar la seguridad alimentaria sin poner en riesgo la existencia de ecosistemas completos, entre ellas la agricultura ecológica.
En ella, dice la organización internacional, se reduce la cantidad de tierras en las que pastan los animales y las dedicadas a la producción de alimento para animales, lo que implica también reducir el número de ganado que se utiliza para consumo humano.
Con este sistema alimentario ecológico se prevé reducir al 50% los niveles actuales de consumo de carne y lácteos para 2050, lo que equivale a 16 kg de carne por persona al año, según Greenpeace.
Finalmente, Greenpeace afirma que cambiar los hábitos de consumo puede ser una opción para combatir el cambio climático y la salud humana, aunque se requiere que los gobiernos y las corporaciones también asuman la responsabilidad en la materia.