Los pueblos mareños exigen justicia ante ataques que derivaron en muertes y heridos.
En Oaxaca, pueblos ikoots de San Dionisio del Mar y de San Mateo del Mar, mantienen la postura de no permitir la instalación de casillas electorales ni la entrada de partidos políticos, hasta que haya justicia en los ataques a sus asambleas que derivó en muertes, heridos e inmuebles calcinados.
La Asamblea del Pueblo en Defensa de la Tierra y el Territorio de San Dionisio del Mar había notificado desde marzo al al Instituto Nacional Electoral (INE) y al Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO), que no permitirían actos proselitistas ni la instalación de casillas. Aquí se instalarían 7 casillas para 3 mil electores.
El pueblo mareño de San Dionisio se ha pronunciado en contra de los megaproyectos de eólicas, la ampliación de la barra y el Corredor Interoceánico y no ha permitido la entrada de promotores del proyecto. En el lugar ocurrió un ataque contra la asamblea donde resultaron heridos cinco de sus integrantes en 2018 y que sigue impune.
En el caso de San Mateo del Mar las demandas son de justicia en los ataques a la población de mayo y junio en 2020, que dejaron un saldo de al menos 15 personas muertas, decenas de heridos, casas y autos quemados.
Producto de la violencia, achacada al presidente municipal en San Mateo, Bernardino Ponce, 18 asambleas comunitarias celebradas en abril de este año, decidieron revocarle el mandato al político y en su lugar nombrar al Concejo Indígena Ikoots.
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