Desde la Comunalidad
Jaime Martínez Luna
Guelatao de Juárez, Oaxaca
El rostro de Ricardo, oaxaqueño mazateco, llena las páginas oficiales. El que no ha leído historia oficial quizás no entienda el porqué de la importancia que se le da a este personaje.
Muchos recibimos la historia oficial con mucho desdén, porque se sabe que la historia oficial es una decisión política que un gobierno toma, que diseña la imagen que debe tener su mando, su integridad, su gobernabilidad. Obviamente no divulgará señales de personas que cuestionen su legitimidad. Por lo contrario, el Estado hará todo lo posible para divulgar todos los hechos que le hagan ver como un gobierno que emana de las mejores fuentes, que por lo mismo han de respetarse.
Esto es lo que el Estado busca en el legado del magonismo, que, por otra parte, y de cierto modo contradictoriamente se le ubica como una corriente de pensamiento anarquista, dijéramos radical entre las corrientes de pensamiento que alimentaron la llamada Revolución Mexicana.
Muchos autores han divulgado interpretaciones del magonismo, que le dan fundamentos en la llamada presencia originaria o indígena, recordando que los hermanos Flores son de origen mazateco, un pueblo oaxaqueño.
Como tal, podríamos decir, que la imagen anarquista que se le da al magonismo, se puede vincular al carácter Comunal que existe en la mayoría de comunidades que conforman la entidad oaxaqueña.
Este anarquismo, no deja de llamarnos la atención, dado que, a través de esta columna, hemos comentado en muchos momentos, la importancia gubernamental que en Oaxaca se le da a la Asamblea Comunal. Sí, al hecho de cada comunidad cuenta con un órgano de gobierno que es la unidad de la diversidad. Pero una unidad que muestra la profundidad normativa que tiene el acuerdo comunal que se toma en asamblea.
La relación que se encuentra en lo anarquista, corriente de pensamiento occidental que se entiende como la palabra lo dice; “sin jefe”, es un razonamiento que, si bien en términos generales puede identificar a una asamblea, fundamentándose en que la Asamblea ciudadana es su propio jefe, puede tener mucha razón, sin embargo, debe profundizarse la reflexión para no llegar a decir, simplemente que Oaxaca es una entidad anarquista. Es decir, una entidad que camina sin normas, sin camino, sin sentido, como también suele entenderse a lo anarquista.
Por lo contrario, la Asamblea le da a la sociedad oaxaqueña una experiencia organizativa en la toma de decisiones que fortalece su identidad, una pertenencia que genera una actitud que sus propios estudiosos le han llamado: Comunalidad.
Sin embargo, afirmar que el magonismo anarquista lo inspira Oaxaca, debe tomarse con cuidado. Principalmente porque el anarquismo, es un planteamiento liberal, que se funda en las libertades del hombre universal, que concluye en un individualismo electoral sin rostro y con número. Es decir, que la palabra anarquista, quizás no sea la palabra o concepto adecuado para interpretar el legado oaxaqueño, aunque sí el magonista.
Volveremos con esto en la próxima entrega.
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