Desde la Comunalidad
Jaime Martínez Luna
Guelatao de Juárez, Oaxaca
Como cada 6 años, a Oaxaca la ha llegado el momento de elegir quién lo represente.
El régimen de Estado, tiene el poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y curiosamente la ciudadanía sólo tiene que depositar una boleta clandestinamente tachada, para que el que obtenga más taches sea el elegido para el poder Ejecutivo.
Todo parece normal, pues este procedimiento conocido como democrático, olvida por completo que casi 8 mil comunidades, de 10 mil que la habitamos, acostumbran por procedimiento propio, elegir abiertamente a nuestros representantes.
¿Qué quiero decir con esto? que 417 municipios de 570 en total, practican un procedimiento distinto al que se usa para elegir al ejecutivo. Lo cual significa que la práctica política de una mayoría queda amordazada por una práctica impuesta por una minoría.
Este hecho expone la evidencia de que los Oaxaqueños son obligados a pensar y actuar de doble manera. La liberal democrática frente al Régimen, y la comunal frente a la autoridad que cada uno de ellos representa en su Asamblea.
En otras palabras, son cuantitativos frente a la constitución y son cualitativos frente a su comunidad o municipio.
El hecho novedoso de que una gran alianza municipal (Unión de Autoridades de los Pueblos Originarios de Oaxaca), se dé a la tarea de nombrar a su Gobernador, no modifica el acostumbrado voto obscuro, le da continuidad al sistema, pero SÍ es un avance en la búsqueda de calidad en la participación de los Oaxaqueños. Por lo tanto, seguirán los mismos actuares que conforman el escenario de una obra ya muy conocida por todos, solo actualizada por sus nuevos protagonistas.
Imagen: Delfino Marcial Cerqueda (Juchitán de Zaragoza, Oaxaca 1950-2022). Obra gráfica.
Colaboraciones anteriores
