Oaxaca pone la muestra

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Concluye V Muestra de Cine y Radio Comunitaria pero inicia gira por ocho estados.

Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 28 de noviembre de 2019

Oaxaca, nuevamente, pone la muestra, el ejemplo de que otro cine, otras miradas y otras comunicaciones surgidas desde territorios rurales son valiosas y necesarias.

Amanece fresco desde el Cerro del Crestón. Estamos en la V Muestra de Cine y Radio Comunitaria, el lugar que habitamos, organizada por Ojo de Agua Comunicación. Sus ocho sedes estatales la colocan al nivel de un festival de cine nacional, pero sin grandes recursos. Aquí hay mucho de ayuda mutua y espacios autogestivos.

Un puño de jóvenes ojosdeagua comparten su energía, llevan proyectores y bocinas a las comunidades donde se exhiben los documentales. Recogen a cineastas, radialistas y personas defensoras en sus llegadas de diferentes países y estados: Guatemala, Honduras, Colima, Jalisco, Morelos, CDMX, y muchas comunidades oaxaqueñas.

Un total de 36 personas, la mayoría mujeres, se hospedan en esta casa colectiva con olor a mezcal.

Se cimbra la muestra

“Son necesarios estos espacios de encuentros. Sirven para recargar pilas y sentir que no estamos solas ni solos, saber que lo que hacemos cada colectivo por nuestro lado sirve de algo”, dice la joven Paola Morales Vázquez, coordinadora por quinto año seguido de la muestra.

La inauguración ocurre el miércoles 20 de noviembre, en el histórico Teatro Juárez de la ciudad de Oaxaca. Se proyectan los documentales “Invisible” y “Dónde están”, que narran la situación de personas desaparecidas en México y Guatemala.

Yoselyn Alejandra Vargas Ortiz fue vista por última vez el 28 de agosto de 2018, en Huajuapan de León, Oaxaca. Desde entonces sus padres, Oliverio Vargas y Susana Ortiz, emprenden su búsqueda que no termina. Participan con su testimonio, narran el papel burocrático de las autoridades y la solidaridad de vecinos y familias de otras personas desaparecidas. Estos documentales cimbran y abren el debate.

Itinerantes

Los Valles Centrales, la Sierra Juárez, el Istmo, la Costa, son regiones donde se proyectan películas que “conectan” de otra manera con la comunidad. Mirar “Guardiana de los ríos”, el documental sobre el legado de Berta Cáceres, en la zona mareña, donde los ikoots mantienen una resistencia contra las empresas eólicas ayuda a reforzar su lucha.

En Magdalena Teitipac, a 30 minutos de la ciudad de Oaxaca, unas 50 personas miran atentas la historia de una niña-madre guatemalteca, cómo es rechazada y violentada. A pesar de la explicación sobre su actuación, la actriz Delia Cúmez es felicitada por sacar adelante a su crío.

“Al proyectar cine en un espacio comunitario y uno citadino el contacto y reflexión no es la misma”, dice Paola Morales. “En la ciudad falta sensibilizarnos sobre ciertos temas como la siembra, el maíz, la violencia hacia las mujeres, la defensoría de personas que son encarceladas por no llevar acompañamiento en su lengua, los proyectos extractivistas los sentimos alejados de nuestro entorno”.

Los documentales El sembrador y Titixe, conmueven en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO). La historia dirigida por Melissa Elizondo sobre la enseñanza multigrado en las montañas de Chiapas, dignifica al magisterio. Por otra parte, el homenaje a su abuelo, en medio de un proceso de abandono del campo, narrado por Tania Hernández, deja un sabor a frijol quemado.

Las jerzianas

En Magdalena Teitipac, lugar entre piedras, al terminar la proyección, un par de adolescentes casi niños, conocidos como los tigrillos, toman el micrófono de Teiti Radio para saludar a los asistentes. La radio surge cuando la empresa minera Plata Real trata de ingresar a la comunidad y es rechazada, recuerda un tigrillo.

Sembrar, formar y cuidar una generación de radialistas es una cara del trabajo de Ojo de Agua desde 2006. “La muestra es un espacio para la difusión de estas radios, para trabajar el imaginario que las estigmatiza, que las coloca como ilegales y piratas”, explica Morales Vázquez.

La programación radiofónica de esta fiesta la propone Ojo de Agua y participan Radio UABJO y radios comunitarias. Ahí resuena la serie “Las Voces Que Somos”, con historias sobre mujeres fuertes en mundos violentos, defensa del territorio y las alternativas a los modelos dominantes.

Tres mujeres de radios comunitarias: Kennia, de Estéreo Lluvia en Tututepec, Oaxaca; Maribel, de Tzinaca Radio en la Sierra Norte de Puebla; y Reina, de Radio Teocelo en Veracruz, conducen emisiones nutridas de producciones comunitarias. Tienen miles de radioescuchas y más de tres mil reproducciones por internet. Al último programa llegan directo del aeropuerto Rebeca Lane, Audry Funk y Panchita Peligro e improvisan un concierto.

Hackeando megaproyectos con versos

“Hackear los megaproyectos, comunicación en defensa de la vida” es un taller impartido por jóvenes con mucha experiencia. Durante una semana circula en la casona del Crestón una herramienta de análisis de medios que sirve para construir nuevas narrativas para comunicadores y personas defensoras.

Versos entresacados del diálogo: me convoca la vida, qué estamos haciendo; lecturas periodísticas, documentales sobre campañas mediáticas, sensibilizan para buscar nuevos discursos, lo que no se ha dicho, lo que viene desde abajo.

Música, el epicentro

La noche del cierre, el sábado 23 de noviembre, un sismo de magnitud 5.4 remese la tierra. El Servicio Sismológico Nacional apunta hacia San Pedro Pochutla, mas el concierto feminista de Somos Guerreras (Rebeca Lane, Audry Funk y Ft.Dj Panchita Peligro) en el MACO, hace dudar del epicentro.

La cumbia y el hip hop son las otras vías de comunicación de esta fiesta. Somos Guerreras demuestra que ser creativas, rebeldes y bailar, es parte de la identidad de este espacio. En los talleres fuera de programa surge un nuevo género: el Rapiachi. La fusión del mariachi y el rap es retomada por jóvenes ombeayiüts de San Mateo del Mar.

El festival comunitario cierra en Oaxaca pero inicia una gira por ocho estados, cineclubes y espacios autogestivos que concluye hasta el 2020. “Mucha gente se nos ha acercado a pedirnos la compilación y la damos de forma gratuita”, dice Paola.

Ojo de Agua reflexiona sobre el lugar que habitamos: “se compone de realidades difíciles; en un primer momento es lo que nos rodea: agua, tierra, aire, las formas para cuidar nuestro buen vivir; pero también es la relación con las personas que nos rodean, también es nuestro cuerpo, hablar de qué manera estamos violentando ese cuerpo, esta madre tierra; en comunidades no todo es color de rosa ni todo es perfecto”. Y de ello, el cine y radio comunitario, ponen la muestra.

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