Desde la Comunalidad
Jaime Martínez Luna
Guelatao de Juárez, Oaxaca
Ya no recuerdo cuando nos conocimos. Pero indudablemente en algún sitio iba a ser, a pesar de las Geografías.
Nos aturdió siempre la necesidad de impedir que las generaciones venideras fueran formadas por el poder. La escuela, las Universidades, mantenían en pie la lógica de la abstracción utilitaria para lucrar con todo. Fue en aquellos años de los noventa que me propuso un camino alternativo, y fue así como nació Unitierra.
Recuerdo que parafraseaba constantemente el legado de su amigo Iván Illich, al que debo confesar solo conocía por sus publicaciones.
Estaba convencido de que los títulos estorban, que sólo aportan herramientas al poder. Que mediante un título se legitima la explotación, el extractivismo, el racismo, el patriarcado y sobre todo el clasismo.
Coincidimos que una Universidad debía de ser caminar la tierra con nuestros pies, no con calzado ajeno. Fue así que el nombre de nuestra Universidad debía llevar el nombre de Universidad de la tierra. Y así fue.
El levantamiento zapatista, tanto a él como a mí, nos invadió de energía, sí, de ganas de arreciar nuestras convicciones. Ni tardo ni perezoso, se puso al servicio del movimiento. Con ellos, se siguió sacudiendo todos los peligros que implica el sometimiento académico.
Sin dejar de seguir debatiendo las ideas que se construían desde su contexto y el mío, encontramos en Comunalidad, una nueva, aunque añeja, forma de interpretar lo que sucedía en nuestros pueblos. Fue muy crítico, con el uso de la palabra, que ya se usaba como término o concepto. Sin embargo, alentó la reciedumbre de la propuesta.
El nacimiento de UACO (Universidad Autónoma de la Comunalidad), encontró en él, todo el apoyo necesario, sin dejar de ser junto con Boaventura de Sousa, críticos de su faceta híbrida, sí, porque UACO nacía al amparo del Estado, una figura que no eliminaba los peligros de iniciar un proceso natural que a la postre podría terminar, si no nos ponemos abusados, siendo un proceso convencional.
Pero siguió alentando su desenvolvimiento, sin dejar de trabajar por una Unitierra que siga siendo la posibilidad de lo no convencional-gubernamental. Hasta el momento, esta postura o preocupación, sigue siendo la nuestra.
Años de tarea nos deja, seguiremos.
Foto: Altar para Gustavo Esteva. Unitierra
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