Desde la Comunalidad

Jaime Martínez Luna

Guelatao de Juárez, Oaxaca

Pareciera una broma hacerse esa pregunta. Estamos tan acostumbrados y hechos a que exista alguien que gobierne toda una región que desde que nacemos decimos, el gobernador de mi estado es… fulano de tal.

Ni siquiera nos damos por enterados que la estructura gubernamental la llevamos en nuestro razonar como algo obvio que debe existir. Incluso la idea de Partido, no sólo la escuchamos como algo normal, sino que se nos explica en la Escuela lo que debe hacerse al estar en un partido X.

Sin embargo, algo tiene que cambiar. El civismo que se nos induce en el espacio escolar, debe rectificarse, y buscar que la imaginación se abra a cualquier forma organizativa, y no necesariamente que tengamos como reglamento en nuestra mente la existencia de los tres poderes, el ejecutivo, el legislativo y el judicial.

En Oaxaca desde 1995, existen dos maneras distintas de hacer política gubernamental. Los partidos políticos y los Sistemas Normativos, mejor entendido como sistema asambleario. ¿Por qué se logró esto?, sencillo, porque Oaxaca es una región Originaria que ha permitido la creación de sistemas propios, directos, fundados en valores ligados al trabajo, no al discurso ni a las ideas.

El reconocimiento de la vida asamblearia permite ver en buen grado la profundidad que ha guardado Oaxaca, lo que explica que después de siglos de sometimiento o control externo, este poder no haya debilitado o borrado la actitud de una sociedad diversa que encuentra en su relación umbilical con la tierra, una dinámica participativa que hace que su asamblea gobierne al paso de los siglos.

En nuestros días y amparándonos en matemáticas elementales, se puede afirmar que el 80% de sus comunidades se rigen en asamblea. Esto quiere decir, que participativamente el 80% de la sociedad Oaxaqueña se manda sola. Podemos afirmar que un 20% de personas estructuralmente contabilizada, gobierna al resto.

Ante esta situación, es recomendable imaginar un gobierno diferente, un mando  asentado en asambleas de asambleas. Si se analiza con rigurosidad, podríamos afirmar que la conflictividad política que a cada rato se ve en semanarios, o en las redes sociales, son provocadas por mentalidades partidistas.

Sin embargo, el partido sigue siendo la señal hegemónica para definir el poder. Nosotros decimos que es necesario mirar a nuestros adentros, y definir qué tanto en nuestro pensar habita el partido y qué tanto la asamblea. Es sano hacerse esta pregunta: ¿Quién manda, realmente en Oaxaca?

Imagen: José Santos (Oaxaca de Juárez, Oaxaca 1971). OAX.

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