El reto de la economía solidaria en Brasil es trabajar su autonomía

Foto: Banco Comunitario Mumbuca

Con Bolsonaro la política pública se fue a la basura: Rosemary Gomes.

Rosemary Gomes, es militante de la economía popular y solidaria desde hace más de 25 años, especialista en cooperativismo popular. Con visión feminista y de estirpe de izquierda, la integrante del Partido de los Trabajadores nos habla del momento que vive la economía solidaria en Brasil.

Radica en Maricá, municipio de Río de Janeiro donde se desempeña como consultora de proyectos del Banco Comunitario Mumbuca, pionero en la incubación de emprendimientos colectivos y promotor de la moneda social del mismo nombre.

Expone a La Coperacha los estragos que dejó el gobierno de Bolsonaro, su opinión sobre la dependencia de la política pública y la autonomía de las organizaciones sociales ante un gobierno de izquierda, y la importancia de entender a la economía solidaria como un modelo de desarrollo.

-Cómo se encuentra la economía solidaria a poco más de un año del gobierno de Lula
Desde que Lula ha retornado al gobierno hemos tenido que recuperar todo lo que se fue a la basura, las conquistas, por ejemplo, el Sistema Nacional de Información que fue totalmente destruido y estamos volviendo a registrar la información de artesanos, productores, emprendedores.

Casi 10 años han pasado que se interrumpió la política (pública de apoyo a la economía solidaria) y eso ha causado tantos problemas internos en Brasil, pero también en el campo internacional, pues aquí iniciaron los foros globales (Foro Social Mundial).

Ahora, cómo aprender de nuestros errores. Por ejemplo, los mexicanos llamaron la atención con el sistema de comercio justo y nosotros decíamos ¡no! teníamos un gobierno de izquierda, vamos a trabajar junto al Estado, queríamos una política pública. Entonces ahora no tenemos nada, porque ni trabajamos la autonomía de la sociedad civil y apostamos todo con un gobierno que se fue.

Rosemary Gomes, militante de la economía solidaria.

Soy militante del partido, fui criada en el Partido de los Trabajadores. Mi papá fue fundador de la CUT (Central Única de los Trabajadores), del PT, pero es una conclusión, una experiencia de mis 60 años de vida: ver a la economía solidaria como un modelo de desarrollo y no como un partido. Entonces separar es importante para que no se vaya todo a la basura porque otros Bolsonaros llegarán.

-Qué desafíos enfrenta el movimiento de la economía solidaria
Tenemos que volver a la educación paulo freiriana, la educación popular y traducir la academia de las universidades para un diálogo más cercano con los sectores populares. Muchas veces hablamos de economía solidaria pero ahí estamos con grupos de economía popular que tenemos que tratar con unas prácticas y una estrategia para que del popular se llegue al solidario.

Para mí el desafío es que pocas personas hablan de la fuente de financiamiento, ¿dónde está el financiamiento de la economía solidaria? Hay necesidad de que el estado brasileño coloque en su Carta Magna, en su Constitución, a la economía solidaria como un derecho al trabajo asociado.

La buena noticia, es que el Consejo Nacional de Economía Solidaria ha retornado a partir de octubre de 2023, entonces ya tenemos dos reuniones nacionales con emprendimientos, con organizaciones sociales, cooperativas, universidades y gestores locales.

-Qué nos dices del papel de Bancos comunitarios y las monedas sociales
La moneda social es muy importante, para mí que estoy dentro de un banco comunitario, soy funcionaria del Banco Mumbuca y hay un equipo que trabaja la incubación. Somos el primero banco de Brasil con incubación porque sabíamos que las personas vienen a buscar plata, buscar la moneda, pero no tiene educación financiera.

Tenemos 92 mil familias que reciben la renta básica que está asociada a la moneda social. Maricá es la ciudad que tiene mayor número de beneficiarios, 60% de los habitantes conocen la economía solidaria a través de la moneda social Mumbuca.

-Qué representa la economía solidaria para las mujeres
Para las mujeres mucho, son el 90%. Las mujeres no tienen voz fuera de la economía solidaria. El mes de marzo en Maricá, la ciudad de la izquierda, tuvimos muchas capacitaciones y actividades sobre: la cuestión ambiental, la moneda social y cómo las mujeres administran los emprendimientos de economía solidaria. Además de los temas de la violencia institucional y la violencia física que hay en las mismas ciudades de izquierda.

-Cuál es tu sueño Rosemary
Mi sueño es que mi presidente Lula apoye la economía solidaria con la misma forma que apoya a los captadores de basura, a los que aprecia mucho, y que diga: bueno, es posible otra economía.

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