Reciben 20 mil dólares, que se emplearán para seguir financiando la demanda: Mercedes López.
La Demanda Colectiva Maíz (DCM) recibió el premio Pax Natura 2023, en reconocimiento de una década de litigo estratégico por la defensa de los maíces nativos en México. Randall Tolpinraud, director de la Fundación Pax Natura, entregó la presea en el auditorio Pedro López del Museo Franz Mayer el lunes 16 de octubre.
La ceremonia de entrega comenzó con un ritual dirigido por Amalia Salas, xochimilca reconocida por la defensa de los derechos de la tierra. Quien dirigió con el “atecocolli” (caracol marino) al auditorio, para agradecer hacia los cuatro vientos a la “madre Tonantzin”, deidad nahua de la fertilidad, “por las semillas y el alimento”.
Mercedes López, representante del colectivo que dirige la demanda, recibió la presea en nombre de su agrupación, que concentra más de diez organizaciones campesinas, así como a decenas de activistas y científicos. La representante de la DCM, reconoció el premio como una muestra de esperanza en su lucha de “David contra Goliath”, sin embargo, recordó que esta sigue y que no bajarán la guardia. Además, agradeció el cheque de 20 mil dólares, pues contribuirán al fondo de gastos legales del colectivo.
La Fundación Pax Natura, con sede en Estados Unidos, se dedica a “promover la salud ecológica y bienestar del mundo natural”. A través del premio homónimo, reconocen anualmente a un individuo u organización que representa su máxima de “crear paz con la naturaleza en todos los niveles por la preservación de la vida en este hermoso planeta Tierra”.
Miradas internacionales sobre la defensa del maíz
El director de la fundación, Randall Tolpinrud, recordó al auditorio algunos de los momentos históricos en la lucha contra los transgénicos. Desde hace 29 años, cuando la Administración de Alimentos y Drogas (FDA) de Estados Unidos aprobó el primer cultivo modificado genéticamente para consumo humano: una planta de tomate, “sin evidencia de su impacto a largo plazo”.
También se presentaron mensajes de la primatóloga Jane Godall y la activista de la India, Vandana Shiva. Ambas agradecieron el esfuerzo de la DCM y destacaron que el actual sistema agroindustrial, que promueve cultivos transgénicos, es insostenible. Asimismo, la DCM presentó un recuento en video de sus diez años de lucha.
Pánfilo Hernández, presidente del Grupo Vicente Guerrero, rememoró los orígenes históricos de la demanda, cuando grupos campesinos actuaron contra la pretensión de transnacionales de prohibirles la siembra de sus maíces nativos y patentar las nuevas semillas. Los cuales mantienen una historia de al menos 7 mil años y, como considera, son más resilientes a las crisis medioambientales.
El director del comité científico de la Demanda Colectiva, Antonio Turrent, enlistó los cuatro puntos “desmentidos científicamente” con los que empresas como Monsanto-Bayer, Dupont y Syngenta han pretendido justificar la siembra de maíz transgénicos: equivalencia nutricional, mejores costos, inocuidad medioambiental y mayor eficacia.
Néstor López, abogado de la demanda, destacó la tenacidad que ha tenido el equipo jurídico, pues han recibido a lo lago de los años al menos 150 impugnaciones por parte de despachos bien financiados por la agroindustria. Por lo que considera que son un “ejemplo no solo para México, sino para el mundo”.
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