Desde la Comunalidad

Jaime Martínez Luna

Guelatao de Juárez, Oaxaca

Ambos conceptos, aparentemente contradictorios, están en franco problema de comprensión. Hemos vivido un sistema económico que se diseña para la dependencia. Es decir, gruesos contingentes de personas y familias dependen de lo que decide un grupo pequeño, gubernamental o empresarial.

El fundamento de este sistema son principios liberales que generan empeños libertarios, de comercio, de asociación, de expresión. Y obviamente quienes deciden son los que han heredado el poder, y encuentran en estas libertades, la oportunidad de acción.

Lo manejadores del poder y de los capitales, hacen mediante sus inversiones que las grandes mayorías dependan de sus intereses, que lo general es ampliar o acrecentar sus capitales.

Se depende del trabajo asalariado, sea como burócrata, académico u obrero/trabajador del comercio o la industria, sea ésta Gubernamental o Empresarial.

Además de los efectos negativos que esta labor conlleva, lo cierto es que la gran mayoría de las familias, viven el adormilamiento del salario, cueste lo que cueste.

Ante ésta realidad, aflora la Autonomía. Tanto en la administración, como en la Educación, tanto como en la industria, ya sea grupal, institucional, o familiar. La Autonomía es; respeto a decisiones internas, en todos los ámbitos de la vida. Es decir, el poder realizar lo que colectiva o comunalmente se decida hacer para vivir.

Sin embargo, no se puede ser totalmente autónomo, y menos comunómono.

¿Por qué? simplemente porque se necesitan elementos básicos que no se dan de manera sencilla. El territorio para empezar. O se tiene que conseguir o se tiene. La organización  que si bien se decide internamente  tiene que ser legitimada, por el poder establecido. Lo que se obtiene, en toda entidad autónoma,  tiene que ser registrado y pagar tributos ya reglamentados.

A nivel laboral, se cae en dependencia de los subsidios, del mercado, en fin se vive una Autonomía sujetada a un sistema que no permite florecer.

Un ejemplo, es la Autonomía Universitaria. Ésta depende del subsidio Gubernamental, y aunque podría a corto plazo ser plenamente autónoma si su labor la encausara a la producción/ suficiencia, no se ha dado ni se dará. Chapingo por ejemplo.

El subsidio hace cómoda la vivencia, en lugar de buscar ser más autónomo lo que se logra es una mayor dependencia.

Cierto, las universidades autónomas NO son pensadas para que sean en verdad autónomas íntegramente,   sólo para que decidan formas y contenidos educativos, y que por esa misma razón, el conocimiento que ejercitan no se encamina más que para acrecentar la Dependencia.

Imagen: Yuma Díaz (Guelatao, Oaxaca). Espíritu de la Fiesta

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