Colaboración especial: Saúl Salomón Muñoz. Museógrafo de INBAL

Sólo un botón de muestra del acervo, con diez obras que nos develan no sólo la calidad técnica y la propuesta estética de sus autores, sino también el vínculo arte y sociedad, en este caso que nos ocupa, con la lucha de los trabajadores de Pascual.

El movimiento de los trabajadores de Refrescos Pascual estalló en mayo de 1982, tuvieron que transcurrir más de dos años de lucha, resistencia, unidad y solidaridad de la sociedad en su conjunto para que el conflicto laboral en esa empresa refresquera llegara a su término y en consecuencia el devenir de la cooperativa Pascual. Posteriormente y durante varios meses se exploraron diversas alternativas para hacerse de recursos e iniciar el proceso de elaboración de los diversos productos Pascual, por la incipiente cooperativa. Una de las posibilidades que se plantearon hace ya más de 36 años fue la de acopiar obra de arte para su posterior venta.

El Salón de la Plástica Mexicana, el Taller de Gráfica Popular y el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, colaboran para recabar material artístico. Se organizan dos exposiciones, la primera pequeña para presentar el proyecto, en el Museo del Carmen en San Ángel en marzo de 1985 y la segunda, la de mayor relevancia, ya con el fin de subastar y vender la obra, con alrededor de 600 piezas diversas, en el Palacio de Minería en Tacuba no. 5, Centro Histórico, a finales de julio del mismo año.

Diversas razones impiden comercializar la obra, que algunos recogen, pero que la mayoría queda en manos de los trabajadores, que sin saberlo, sería la semilla para el nacimiento de la Fundación Cultural Trabajadores de Pascual y del Arte A.C. en agosto de 1991 por acuerdo de la asamblea, máximo órgano de gobierno de los cooperativistas, y presentada a la sociedad en mayo de 1992, con la gran exposición: “Memorias de Utopía” con 325 obras, en las propias instalaciones de la cooperativa en Clavijero no. 60, colonia Tránsito, estando ya consolidada ésta.

Sólo un botón de muestra del acervo, con diez obras que nos develan no sólo la calidad técnica y la propuesta estética de sus autores, sino también el vínculo arte y sociedad, en este caso que nos ocupa, con la lucha de los trabajadores de Pascual.

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