Hotel construido y administrado por mujeres nahuas cumple 19 años

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Taselotzin “es como una plantita que hay que cuidar”.

Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 27 de septiembre de 2016

Con una “comida sencilla” para las socias, el Hotel Taselotzin, única posada construida y administrada por mujeres indígenas nahuas en México, festejó su aniversario 19, en el pueblo mágico de Cuetzalan, Puebla.

“Hicimos este hotel porque pensamos generar nuestros recursos, no depender de las instituciones para poder solventar nuestros gastos, queremos tener esa libertad de decisión, si generamos nuestros propios recursos somos más independientes”, afirma Rufina Villa, socia del hotel y responsable de la administración.

Otro de sus motivos para levantar el hotel fue evitar la migración. “A nosotras siempre nos ha preocupado que nuestra familia quiera irse a la ciudad porque se abandona el campo y se empieza a perder nuestra cultura indígena”, dice Rufina. Añade que “cuando el marido se va, la mujer se queda con todas las cargas de trabajo y si quiere seguir sembrando la tierra, es mucho más complicado para ella”.

Construcción
El hotel cuenta con 14 cabañas, con dos camas cada una, y dos albergues, fue diseñado por el arquitecto Oscar Hagerman, doctor honoris causa por la Universidad Iberoamericana, quien respetó la naturaleza e integró elementos de la cultura indígena.

“Él conoce el entorno de las comunidades, fue quien adecuó las cabañitas al nivel del suelo y nos ayudó a librar la mayor parte de la vegetación, se pudieron librar todos los helechos arborescentes que teníamos desde entonces”, recuerda Rufina.

Para su construcción se hicieron faenas de 10 días donde las 45 socias originales aportaron trabajo o el recurso para levantar las primeras 10 cabañas. En una segunda etapa se construyeron 4 nuevas cabañas y accedieron 10 nuevas socias.

Logros
El hotel les ha dado beneficios tanto sociales, como económicos. Por ejemplo hay un reparto de utilidades que se da en especie a las 55 socias del hotel, para el resto de mujeres de Masehual Sihuamej, que suman 100, también se distribuye una parte de esa utilidad, aunque también pueden exhibir y vender sus artesanías en la posada, explica Rufina.

Las mujeres de Taselotzin desde hace dos años han empezado un proyecto de turismo comunitario denominado Tejiendo nuestras vidas. “Se trata de que las compañeras ofrezcan hospedaje en su casa a gente que quieran conocer más de cerca la historia de Masehual, aprendiendo un poco de náhuatl, la historia de nuestras propias vidas, ir al campo un día, aprender a hacer tortillas, ver como hacen el telar de cintura o el bordado a mano”, explica Rufina.

“Taselotzin viene de taselo, que quiere decir retoño, para nosotras el hotel es como una plantita que hay que cuidar”, explica Rufina. Otra de las socias, Adriana Petra Cuamai, dice que se siente muy orgullosa “porque somos unas mujeres administradoras”. Añade que el hotel “fue como un sueño, pero un sueño que se volvió en realidad”.

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