Investigador reprocha su uso para presentar megaproyecto como atractivo e integrador.
Luego de que el Instituto Nacional de la Economía Social (INAES), el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) anunciaron la conclusión de cursos para más de 47 empresas sociales y 325 socios en torno al Tren Maya, el investigador Juan José Rojas Herrera reprochó el uso de la economía social para hacer “asimilable” un megaproyecto de alto impacto.
En octubre de 2020, Fonatur, INAES y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) firmaron un convenio para capacitar en economía social y desarrollo rural sustentable y fortalecer empresas de la economía social en los estados de Campeche, Chiapas, Tabasco, Quintana Roo y Yucatán. Las capacitaciones, de 53 horas virtuales y de campo, concluyeron el viernes 18 de enero.
Ante ello, el especialista en cooperativismo y economía social, Rojas Herrera, señaló que se presenta a la economía social con un lenguaje atractivo, integrador, pero en esencia es opuesto al Tren Maya por los impactos ecológicos, sociales y patrimoniales que va a generar.
“La economía social tiene una preocupación del cuidado del medio ambiente. Este proyecto, en cambio, coloca a la economía social a la cola del sector público con una visión subsidiaria, complementaria”, señaló.
El académico apuntó que 53 horas de capacitación son insuficientes y puso como referencia las 200 horas que se impartían a cooperativas de la CDMX. Además, “la metodología canvas social no se adaptó a las condiciones de la gente, se aplicó de forma impositiva”, sostuvo.
Por ello, alertó, “si estos proyectos no funcionan lo van a achacar a que la economía social no funciona y destruye al medio ambiente”. El investigador destacó que, “si el interés era generar procesos cooperativos, había muchos lugares donde hacerlos, por ejemplo, en Guerrero”, donde hay necesidad de procesos de formación de empresas.
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