Existe complicidad de Ariel Guarco, presidente de ACI, al firmar suspensión de cooperativas.
El gobierno del presidente argentino Javier Milei ha iniciado una ofensiva agresiva contra las cooperativas, principalmente las cooperativas de trabajo asociado, las cuales se encuentran en una situación complicada, pues si empiezan a cerrar será muy difícil poder recuperarlas, señaló el investigador de la Universidad de Buenos Aires, Andrés Ruggeri.
Al explicar el contexto que se vive en Argentina, el investigador e integrante del Encuentro Economía de los Trabajadores y Trabajadoras, destacó que “es la primera vez que desde las altas esferas del gobierno hablan de las cooperativas”, las cuales son identificadas como un enemigo ideológico. “Las cooperativas son colectivismo, son vistas casi como comunismo, entonces son un enemigo natural”, señaló Ruggeri.
Ruggeri explicó que el gobierno de Milei tiene una visión prejuiciosa de todo lo popular, las cooperativas y de lo que significa el Estado, al cual, “como instrumento de regulación económica y garante de derechos sociales y democráticos pretenden eliminar”.
Entonces “ven que las cooperativas de trabajo, especialmente las vinculadas a las organizaciones sociales, han sido vehículos para la implementación de programas sociales, subsidios individuales a la población más pobre”, y eso explica la ofensiva.
Suspensión ilegal
Luego de que el gobierno de Milei anunciara la suspensión de más de 11 mil 800 cooperativas al señalarlas como una “caja” que “financian los argentinos”, el Encuentro Economía de los Trabajadores y Trabajadoras formuló una Declaratoria en la que repudian los dichos del gobierno “cargados de prejuicios ideológicos y mentiras sobre las cooperativas” y llaman a la movilización popular. El documento ha sido respaldado por decenas de cooperativas y académicos de México, Canadá, países de Europa, Asia y África.
Ruggeri dijo que suspender a las cooperativas, argumentando que no han cumplido con trámites y entrega de documentos, en los hechos implica quitarles una matrícula ante el organismo de ingresos públicos, lo cual “es una cosa de absoluta ilegalidad” que no está contemplado en la Ley de Cooperativas.
Añadió que en los dichos del gobierno hay una pequeña parte de verdad, pues muchas de las cooperativas tienen asociados que recibían el programa social Potenciar Trabajo, el cual ha sido eliminado, pero hay “una parte muy importante de mentira, porque la cooperativas son organizaciones económicas autónomas”.
Explicó que incluso el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) recibe una parte del presupuesto federal pero otra parte importante proviene del impuesto a la educación cooperativa que aportan las propias organizaciones sociales, por lo cual el argumento de que las cooperativas son una “caja política es bastante relativo”.
Complicidad y pasividad de cooperativas
El investigador calificó de preocupante que una parte de las cooperativas, las más grandes, con mayores recursos y más institucionalizadas, entre ellas las grandes confederaciones, se han mostrado pasivas y hasta cómplices, “porque esa resolución del INAES (que suspendió a 11 mil 800 cooperativas) la firman los cuatro directores cooperativos y mutuales”, los cuales no se han pronunciado ni han dado la cara.
Entre los directivos del INAES se encuentra Ariel Guarco, quien también preside desde 2017 Alianza Cooperativista Internacional. Dicho representante cooperativista “está siendo absolutamente cómplice de la política de este gobierno”, por lo que “estamos pidiendo primero que se comprometa con el sector que él representa”. Apuntó que “no tendría que haber firmado esa resolución, ya que lo hizo, que de la cara”.
Laboratorio argentino
El investigador planteó que en este contexto hay dos frentes abiertos para las cooperativas. El primero es revisar y “apoyar a las que están en dificultades con estas medidas del gobierno”. El segundo está con las que no tienen problemas de documentación pero que atraviesan una situación económica complicada. “Se trata de defender los puestos de trabajo de la autogestión, defender nuestras empresas, nuestras organizaciones e intentar que la motosierra no nos alcance”, sentenció.
Apuntó que lo que ocurre con el gobierno ultraliberal de Milei no es una tragedia local. “Hay que prestar atención a lo que pasa en Argentina porque si logramos derrotarlo va a ser una gran victoria, creo que de todos los pueblos de América Latina; pero si esto logra imponerse va a ser algo que van a querer replicar en otros lados”.
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