Dicha ley también busca que en áreas naturales protegidas se pueda realizar actividades como la minería.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 09 abril de 2018
Ley General de Biodiversidad es un negocio de miles de millones de dólares, las empresas interesadas quieren acceder a estos recursos genéticos transformarlos con biotecnología o sintetizarlos en una medicina, patentarlo y venderlo, advierte Adelita San Vicente, integrante de la Fundación Semillas de vida y parte de la coalición ante dicha ley.
Esta iniciativa que se discutió en el Senado, presentada por la senadora Ninfa Salinas, “es una iniciativa de ley muy compleja, porque buscó en un solo ordenamiento juntar disposiciones de la Ley de Vida Silvestre y de la Ley General del Equilibrio Ecológico y poner a disposición de las empresas el acceso a los recursos genéticos y a los conocimientos asociados”, menciona Adelita.
Esto es muy delicado, de acuerdo a la activista, porque significa que quieren convertir la biodiversidad en un recurso genético y podérsela apropiar para entregarla a las grandes industrias.
“Esto a decir del propio convenio de diversidad biológica”, expresa Adelita, “es un negocio de miles de millones de dólares”, donde las empresas alimentaria, farmacéutica, cosmética, biotecnológica quieren acceder a dichos recursos, transformarlos con biotecnología o sintetizarlos en una medicina patentarlos y venderlos.
México había hecho grandes avances, fue pionero en la regulación medioambiental “y con esta ley estamos yendo hacia atrás”, advierte Adelita, la ley permite que en las áreas naturales protegidas se pueda realizar actividades como la minería.
Invita a que la ciudadanía escriba a los legisladores involucrados y a estar atentos a las noticias para detener esta amenaza, que no solo afecta a los pueblos indígenas.
Es una ley que nos afecta a todas y todos, “es el último elemento de despojo que el gran capital, las grandes industrias quieren ejercer sobre nuestra riqueza que han resguardado los pueblos indígenas”, finaliza.
La Coperacha