Sugiere medidas y acciones equitativas para crisis y post-crisis por Covid-19.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 27 de abril de 2020
Mediante el documento denominado “Vivir al día: medidas para combatir la epidemia de desigualdad en México”, OXFAM México ha desarrollado una serie de propuestas para afrontar la crisis y post-crisis provocada por el Covid-19, con el objetivo de mitigar las crisis actuales y evitar que se conviertan en desastres.
En el aspecto económico señala que el objetivo es mantener el empleo de personas con seguridad social, mientras que para las personas sin seguridad social, se debe proteger sus medios de vida para evitar que hogares caigan en la pobreza.
Subsidios a trabajadores
De acuerdo con cálculos de Oxfam México y datos de la ENOE (Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo), al último trimestre de 2019 existen 1.2 millones de trabajadores afiliados al IMSS en micro establecimientos, 4.5 en pequeños, 4.8 en medianos, 4.3 en grandes, y otro medio millón en Gobierno.
Así la propuesta de Oxfam consiste en subsidiar los costos de trabajadores a través de un mecanismo activo, “sustituyendo las cuotas para el seguro social o subsidiando parte de la nómina”, u otras aportaciones como las obrero-patronales, Afores, Infonavit, entre otras. Un esquema sugiere que sea un subsidio completo para todas las empresas, y otro que sea progresivo, para que solo cubra a empresas pequeñas y se evite que los grandes empresarios socialicen las pérdidas.
Personas sin seguridad social
En cuanto a las personas sin seguridad social, propone dotar de un apoyo monetario directo, mensual y no condicionado, o renta básica que se iguale al valor de la línea de bienestar mínima urbana fijada para febrero 2020. Además sugiere que deben tener prioridad las transferencias a tarjetas y cuentas electrónicas con énfasis en las zonas urbanas, dada la densidad poblacional.
Medidas de salud
Entre las medidas para la crisis sanitaria plantea asegurar el acceso a servicios de salud, saneamiento y agua de manera gratuita y sin discriminación, así como implementar programas para la promoción de la salud pública para mejorar prácticas de higiene con un esfuerzo diferenciado y adicional a las zonas rurales.
Propuestas para la crisis social
En lo que respecta a la crisis social, el documento señala la prioridad a grupos vulnerables como personas en situación de calle, hablantes de lenguas indígenas, personas migrantes y refugiadas de Centroamérica y el Caribe, así como mujeres que viven violencia de género.
También menciona a personas de la comunidad LGBTQIA+ y personas de zonas semiurbanas que han perdido sus fuentes de trabajo. Todas ellas, quienes deben tener acceso a servicios dirigidos por gobiernos municipales, estatales y federales; y deben tener apoyos monetarios directos no condicionados.
Acciones después de la crisis
Entre las acciones que propone para la post-crisis está la de aumentar los recursos a las cinco entidades federativas más pobres del país, incentivar la matriculación escolar en el nivel medio superior, desarrollar una nueva política industrial para que la clase trabajadora pueda insertarse en el mercado internacional.
Sugiere elevar el salario mínimo hasta la línea de bienestar, crear mecanismos innovadores para la exigencia de transparencia y rendición de cuentas, restablecer el impuesto a la herencia, así como mejorar la recaudación del impuesto predial. Por último propone aumentar los impuestos al rendimiento de los instrumentos de renta fija y variable en los mercados de capital, y que el gobierno diseñe un programa piloto para la implementación de una Renta Básica Universal.
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