Desde la Comunalidad
Jaime Martínez Luna
Guelatao de Juárez, Oaxaca // 4 de noviembre de 2019
Claro que sí. Pero tiene que ser un proyecto que nazca de la geografía política de todo el continente. Ya no se puede seguir consumiendo principios ajenos, derivados del razonamiento colonial, que sitúa al hombre como centro de la vida.
Si algo nos enseña el universo que nos envuelve, es que el universo íntegro es el que hace mover todo. Que somos unidad. Que no tiene al ser humano como figura creadora y empoderada de todo. Por lo contrario, el homo, es simplemente una pieza de este gran universo.
Lo que afirmamos, no solamente se percibe en Alaska, sino también hasta la Patagonia. Es lógico, quienes más íntegramente lo expresan son los pueblos originarios, los que están en mayor medida vinculados a la tierra. Los que conforman su vida política cara a cara, que se basan en el consenso argumentado, los que tienen tiempo para observar el movimiento del tiempo y no solo son sujetos de su manejo.
Una propuesta de vida no la puede diseñar un sector, la academia, los trabajadores, los empresarios, por ejemplo. Es un modo de vida fuera de límites territoriales, dependiente de la geografía definida por el homo, ni ideológica ni partidista, ni dentro de fronteras marcadas por el poder, sino de la propia naturaleza.
Un proyecto de vida, que no parta de la Economía, ni de la Política, menos del pensamiento. Sino de la geografía real, de los modos de acordar, de los modos de hacer. Sobre todo, de detener el crecimiento urbano, y de la emigración hacia lo rural, al trabajo directo y respetuoso con la tierra. Esto implica, abandonar la comodidad que ofrece el neoliberalismo, que todos sabemos descansa en el sacrificio de las grandes mayorías.
Un proyecto de vida, que se fundamente en la experiencia concreta, aquella que ha trascendido lo colonial. Lo liberal. Lo individual. Aquello que ha sido resultado comunal, que no enraíza en el sujeto, sino en el nosotros.
Los dependientes de Marx, de Smith, de los apóstoles que escribieron la Biblia, podrán disentir. Tendrán sus razones, para no comprender que su razonar sigue siento Individualitario, y por lo mismo liberal y religioso.
Imagen: Arte urbano en las calles de Coyoacán, CDMX
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