Desde la Comunalidad

Jaime Martínez Luna

Guelatao de Juárez, Oaxaca // 30 de julio de 2019

El centrar nuestro razonar en la productividad, nos conduce necesariamente a excluirnos de la construcción de vida. Nos hace dependientes del empleo y como consecuencia a existir sometidos a la inversión, y como tal, al dueño del capital.

Esta es la lógica del capitalismo individualizador que se fundamenta en el razonamiento liberal, lo que en su fase salvaje, sienta las bases del neoliberalismo.

No razonar para emplear, genera Comunalidad y conocimiento compartido. Participación horizontal en la toma de decisiones, y con ello se garantiza la diversidad en la construcción de procesos de vida.

Tomar conciencia de lo anterior, es eliminar las desigualdades, las clases sociales, el racismo y con ello nuestra situación colonial. No se diga lo patriarcal y la domesticación educacional y comunicativa.

Los ahora empleados lucharán por dar continuidad a la búsqueda de inversiones para que sus hijos se mantengan, obviamente los enviarán a escuelas de emprendimiento, para que no sean empleados, sino dueños de las empresas. Con esto sólo se da continuidad a la hegemonía de la empresa.

La otra salida, es emplearse uno mismo, cultivando inversiones comunales o cooperativas, que garanticen cierta estabilidad económica. Muchos dirán eso es imposible. Cierto, tiene más dificultades, pero el beneficio es más amplio, claro siempre y cuando no se invierta, para lucrar o acumular, sino para celebrar y en ese sentido, todos gozar de las utilidades de la inversión.

Otros dirán, esto significa no abandonar el horizonte capitalista, cierto, pero en una lógica de bienestar comunal. Pero, ¿no es eso lo que plantea el Marxismo? Creo que no. En primera porque se habla de una productividad manejada o decidida por una asamblea, cara a cara. Es decir, el capital no es quién decide qué hacer, sino los que trabajan la empresa. Esto significa, deshilvanar productividades complementarias, y de intercambio. Una suma de esfuerzos laborales que son empleos forjados por la propia comunidad.

Algunos pensarán que esto es subversivo. No. La comunidad a través de la Comunalidad, ha experimentado su convivencia permanente con el mercado y el poder. Por lo tanto, la palabra empleo, deberá resignificarse o substituirse por otra, que explique la interpretación de la reproducción natural de la vida.

Imagen: “2501 migrantes”, esculturas de Alejandro Santiago Ramírez

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Tequiar, no trabajar

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