Sobornos podrían explicar su crecimiento vertiginoso.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 23 de abril de 2012
Aunque la compañía Walt-Mart de México esperaba que la información difundida la semana pasada acerca de posibles actos de corrupción no tuviera un efecto negativo en sus negocios, eso fue precisamente lo que ocurrió. Al inicio de semana las acciones de Wal-Mart de México fueron saludadas con un desplome del 14% en sus acciones tras conocerse un reporte en el que se señala que la compañía habría pagado sobornos para la construcción de tiendas en México. El efecto negativo también arrastró a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) que tuvo una perdida del 2.57 % al inicio de sus operaciones.
Lejos de pedir que se aclare la situación o esperar resultados en las investigaciones que la compañía dice haber emprendido, la BMV ha dado su respaldo. El presidente de la BMV, Luis Téllez, se refirió a Wal-Mart como una empresa apreciada por el público inversionista y que contribuye de forma importante a la economía mexicana. Téllez afirmó, que esta compañía ha cumplido “al pie de la letra” todos sus compromisos, tanto en requerimientos de información, así como en estados financieros.
Hoy en día una de cada 5 tiendas de Wal-Mart está en México, por lo que de comprobarse los actos de corrupción podría explicarse el crecimiento vertiginoso de esta cadena de tiendas que hasta la fecha cuenta con un total de 2 mil 87 tiendas de diferentes tipos en el país.
Los sobornos, dio a conocer el periódico The New York Times, superan los 24 millones de dólares, y según el reporte de un antiguo ejecutivo de la compañía, Wal-Mart de México “orquestó una campaña de corrupción para ganar dominancia en el mercado”. El reporte de ejecutivo ofrece nombres e incluso los montos de los presuntos sobornos otorgados, y señala que los altos ejecutivos de la subsidiaria en México sabían acerca de dichos pagos.
Por su parte Wal-Mart de México informó que desde el año pasado inició una investigación independiente, y enfatizó que las acusaciones “no reflejan con exactitud la cultura de la empresa en México y Centroamérica”.
Sin embargo, en el reporte del periodista David Barstow del New York Times, asegura que fue desde septiembre de 2005 cuando un abogado superior de la empresa recibió la alarma por parte de un ejecutivo de lo que sucedía en la subsidiaría de México.
Los ejecutivos generales de esta compañía, al contrario de sus homólogos de México, reconocen los que las acusaciones podrían tener devastadoras consecuencias.