Abastecen material de sanidad e higiene, ofrecen su infraestructura de salud y fomentan el consumo popular.
Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 02 de abril de 2020
En Argentina, más de 500 cooperativas y mutuales reconvirtieron sus producciones habituales para fabricar insumos sanitarios para hacer frente al Covid-19. Al mismo tiempo que “afianza su solidaridad con la sociedad”, señaló Sumario Noticias.
Noticias del 6 y Ahora Calafate han destacado la presencia de las mujeres en trabajos de confección y producción de insumos médicos; por su parte, Sumario Noticias visibilizó a las mutuales que ponen su infraestructura de ambulancias, consultorios y farmacias a disposición de las necesidades sociales; y Ansol destacó las del sector alimenticio que hacen posible el consumo solidario y popular.
Las mujeres cooperativistas
Las cooperativas del área textil como Piedra Buena, Textil Sur, Ore, Las Misioneritas, Fátima Progresa, Mainumby, entre otras, trabajan en la confección y producción de cubrebocas, batas y sábanas.
Las mujeres recibieron capacitación del Ministerio de Industria y con profesionales de Salud Pública, así como instrucciones respecto a la higiene y seguridad por parte de la Municipalidad.
De acuerdo a Noticias del 6, la participación de las mujeres cooperativistas dejó ver “su compromiso social ante la situación de emergencia que se vive”, además destacó los valores y principios del sector socioeconómico para organizarse voluntariamente para colaborar con las necesidades que se puedan presentar.
La economía social desde la salud
Más de 600 farmacias mutuales y sindicales continúan con la atención y demanda de medicina común y de especialidad, con la aplicación de vacunación antigripal anual, además de abastecer de gel, cubrebocas y guantes sin ningún tipo de especulación en los precios.
También cuentan con más de 150 consultorios médicos que atienden con normalidad y tienen más de 20 ambulancias que pusieron a disposición de los organismos de salud para ser utilizados.
Algunas organizaciones ofrecieron hoteles y campings a las poblaciones cercanas por si requieren camas para tratar a los enfermos y, por si fuese necesario, aislar a un sector de la población que no dispone de lugares adecuados.
Sector alimenticio
Las organizaciones que producen alimentos, tanto en el campo como en las ciudades, continúan con sus labores con las medidas de prevención correspondientes. En este contexto, las cooperativas de consumo han sido indispensables para garantizar el acceso a productos de primera necesidad.
Otras cooperativas asisten sectores más vulnerables y de alto riesgo, les llevan medicinas y alimentos. Ejemplo de ello es la Unión de Trabajadoras (es) de la Economía Popular (UTEP) que busca acercar alimentos a comedores de empresas recuperadas.
Eduardo Amorín, integrante de la Cooperativa Consol, declaró a la Agencia de Noticias de la Economía Social, Solidaria y Popular que tienen “una mirada social, solidaria y responsable, completamente ajena al lucro. Esto nos responsabiliza a reaccionar a la pandemia haciendo posible el consumo solidario y popular”.
Con información de Ansol, Noticias del 6, Sumario Noticias y Ahora Calafate
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