
En la refriega, ultiman a 3 policías comunitarios y hieren de gravedad a 7 más.
Tres policías comunitarios fueron ultimados y siete resultaron heridos de gravedad, luego del ataque del crimen organizado en la comunidad de Ayahualtempa, ocurrido el 31 de octubre, informó la Coordinadora Regional de los Pueblos Fundadores (CRAC-PC-PF) y del Consejo Indígena y Popular de Guerrero (CIPOG-EZ).
La policía comunitaria repelió el ataque, que duró más de 10 horas. A la comunidad llegaron elementos de la Policía Estatal, Guardia Nacional y Ejército por la intervención del subsecretario de Desarrollo Político y Social de Guerrero, Francisco Rodríguez Cisneros, informaron las organizaciones.
De dicha intervención, autoridades estatales detuvieron a tres personas supuestamente vinculadas con el crimen organizado, del grupo Los Ardillos. Mientras que la policía comunitaria detuvo a 14 personas de dicho grupo, que serán reeducadas bajo el reglamento interno de la CRAC-PC-PF.
El ataque ocurrió cuando los integrantes de estas organizaciones comunitarias se dirigía a una asamblea comunitaria en Ayahualtempa con el objetivo de buscar una coordinación entra comunidades de Amatitlán, Ahuayaltempa y los Pueblos Fundadores.
Durante la balacera también resultó impactada con disparos de arma de fuego la camioneta del Mecanismo de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, asignada a Jesús Plácido Galindo, quien acompaña a las comunidades como defensor de derechos humanos.
De acuerdo a lo informado por las organizaciones comunitarias el control de la comunidad de Ayahualtempa quedó en manos de las autoridades del ayuntamiento, junto con la CRAC-PC-PF y la CIPOG-EZ.
La asamblea comunitaria se realizó a las 9 de la noche y se acordó que la comunidad de Ayahualtempa ingresaría al sistema de seguridad de los Pueblos Fundadores.
En un comunicado firmado por el Congreso Nacional Indígena (CNI) y el EZLN, se exigió castigo para los responsables materiales e intelectuales del ataque.
Se afirmó que las comunidades indígenas de la Montaña Baja de Guerrero enfrentan un ataque sistemático narco-paramilitar desde hace una década, que ha costado la vida a 66 integrantes de la CIPOG-EZ y la desaparición de 23 más. Se exigió justicia para ellos, así como para las viudas y huérfanos de estas agresiones.
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