Investigador norteamericano reta a Academia Mexicana de Ciencias a refutar su libro sobre transgénicos

Steven Druker presenta su investigación sobre manipulación y engaños de la industria transgénica.

Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 24 de abril de 2018

Durante la presentación del libro Genes alterados, verdades adulteradas, de Steven Druker, el autor retó a la Academia Mexicana de Ciencias a que refute los hechos que se documentan en su investigación.

“La Academia Mexicana de Ciencias sabía que el libro se iba a traducir al español y dijo que yo tenía información falsa”, señaló Steven Druker, luego de calificar su trabajo como una amenaza para la industria transgénica.

El abogado de la Demanda Colectiva que ha frenado la siembra de maíz transgénico en México, René Sánchez Galindo, secundó el reto a la academia científica donde participa el asesor de la Presidencia, Bolívar Zapata, quien publicó recientemente el libro Transgénicos: grandes beneficios, ausencia de daños y mitos.

Steven Druker, realizó una investigación de varios años donde documenta numerosas “tergiversaciones” perpetradas en nombre de la ciencia. La industria transgénica ha “adulterado la verdad”, se han descrito inadecuadamente hechos de la biología y la tecnología de ingeniería genética, se han suprimido o distorsionado evidencias de daños a la salud por consumir transgénicos, afirmó el autor.

Las “tergiversaciones” que documenta el también filósofo y abogado las han emitido principalmente científicos eminentes, instituciones científicas y agencias de gobierno como la Agencia de Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), responsable de otorgar los permisos comerciales de las empresas.

Otros investigadores como el biólogo molecular del Instituto Salk, David Shubert, han comentado que la investigación es científicamente sólida y sobresaliente, además que el libro despeja las nubes de desinformación respecto a los transgénicos.

Druker ennumera cuatro afirmaciones que argumenta en su libro: “queda claro que no debería llamarse ingeniería porque se violan los principios de la ingeniería”, “producir nuevos alimentos a través de tecnología transgénica es muy arriesgado”, “cada alimento transgénico presenta un nivel de riesgo para la salud humana y medio ambiente”, y “la seguridad de estos productos en el mercado nunca se han establecido adecuadamente y algunos de estos alimentos se ha demostrado que pueden ser dañinos”.

El autor también señala que una de las falsedades más grandes es la suposición de un consenso científico que indique que los alimentos transgénicos son seguros. La Sociedad Real de Canadá emitió un informe que concluye que la alteración genética ha inducido efectos secundarios potencialmente dañinos y que no son científicamente justificable, ese reporte nunca se ha refutado, sentenció Druker.

En el capítulo 3 del libro se da cuenta de cómo se han ocultado sistemáticamente el caso de una epidemia mortal causada por el suplemento modificado genéticamente L-triptófano, “el primer producto transgénico”.

El autor hizo una referencia al discurso del presidente nortemericano Donald Trump sobre el flujo migratorio y afirmó que “el flujo más peligroso viene de Estados Unidos en forma de transgénicos”.

Para la doctora Adelita San Vicente, de la Fundación Semillas de Vida, el libro aporta un escalón más en el debate sobre transgénicos y aseguró que hay que ir un paso adelante en cuanto a los derechos a la alimentación y tratar de frenar la importación de maíz transgénico de EU.

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