En Akumal empresas privadas se apropian de acceso y 2 kilómetros de playa

“Tuvo que pasar el hecho de violencia para que nos atendiera el gobierno”.


Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 02 junio de 2016

En Akumal, Quintana Roo, tuvo que ocurrir un hecho de violencia para que el gobierno atendiera añejas demandas de la comunidad ante la privatización de la playa.

El acceso que por 50 años había sido usado por el pueblo fue cerrado por el Centro Ecológico de Akumal (CEA), empresa privada presidida por Carlos Ortiz Salinas, bajo el argumento de que los pobladores y las cooperativas locales dañaban la bahía.

El domingo 29 de mayo una manifestación de pobladores de Akumal, que había sido convocada para abrir el acceso, sellado con rejas y alambre de púas, concluyó con un enfrentamiento entre guardias privados del CEA y policías de seguridad pública contra la comunidad, con un saldo de 80 personas heridas.

Privatización de la playa
La bahía de Akumal, es un micro destino turístico, que se ubica a 100 kilómetros de Cancún y 24 de Tulum. Es apreciado por su arena blanca y ser el hábitat de una colonia de tortugas marinas. Ahí se han asentado algunos hoteles de gran turismo y empresas de paseos turísticos que cohabitaban con 7 cooperativas locales como Piratas de Akumal, Nativos de Akumal y Guías Ecológicos de Akumal, que generan empleo a la mitad de la población de la zona.

El CEA anunció a finales de 2015 que cobraría 12 dólares por cada turista que ingresara a la zona y 75 pesos por connacionales, según documentó la prensa local. Sin embargo las posturas se endurecieron entre comunidad de Akumal y empresa cuando ésta colocó en febrero de este año una malla de alambre con púas para controlar el acceso.

“Queremos un acceso libre para el pueblo de Akumal, para todos los mexicanos y extranjeros, queremos un acceso donde no tengas que pagar un solo peso”, comenta Mirna Pacho, residente de la comunidad desde hace 30 años, en entrevista con La Coperacha.

Mirna apela al Artículo 27 Constitucional y dice que los pobladores, por usos y costumbres, tienen derecho al acceso al mar, por ello denunciaron al CEA por despojo de la playa desde hace dos años, sin embargo hasta antes del domingo, no había ninguna respuesta de autoridades.

“Ellos (los empresarios) quieren privatizar el acceso porque tendrían exclusividad para sus huéspedes y clientes”, señala Mirna, “si no hay acceso ellos se quedan con 2 kilómetros de playa”. Subraya que el presidente del CEA también es dueño de los hoteles Secrets y Akumal Bay.

“El municipio les dio la certificación de sus colindancias y como nadie reclamó que ese pedazo era un acceso público fue muy fácil que ellos se lo quedaran”.

Violencia contra el pueblo
El domingo comenzó con una marcha pacífica, de unas 100 personas, hasta las instalaciones donde el CEA mantiene la malla de alambre con púas y unas lonas que impiden mirar hacia la playa. El contingente fue recibido por unos 50 guardias de seguridad de la empresa privada y unos 50 policías.

“Queríamos abrir el acceso pero nunca de forma violenta, no fuimos armados, ni con bombas molotov como se ha dicho, solamente somos un pueblo que estamos exigiendo nuestro derecho”, recuerda Mirna.

“Cuando empezamos a abrir el acceso a la playa, se rompieron las lonas que cubren las mallas, ellos tiraron gas lacrimógeno, no nos tocó ese gas porque el aire estaba en contra, segundos después empezaron a tirar piedras y cuando tocaron a uno fue suficiente para que se armara el relajo, empezaron a aventar los extintores, palos y al rato empezaron a salir las bombas molotov”, describe la akumaleña. “Los que pudieron contestaron la agresión”, añade.

Los pobladores se replegaron a la comunidad, un pueblo pequeño, de apenas unas cuantas manzanas y hasta ahí, en la noche, llegaron camionetas de la policía para arremeter contra los akumaleños, describe.

“Después llegaron más patrullas, empezaron a acordonar el pueblo, entonces todo mundo salió y bloqueamos con piedras, para que nadie entrara y nadie saliera. Mandamos mensajes a todos los que nos apoyan y no sé si eso fue lo que los detuvo. Estábamos dispuestos a contestar a como nos tocara, todo el pueblo de Akumal ya estaba afuera en la calle”.

Al final de la refriega llegaron a Akumal representantes de organizaciones de Derechos Humanos y funcionarios estatales para saber qué había ocurrido.

Las cooperativas
Los primeros en denunciar el cierre del acceso a la playa fueron los integrantes de la cooperativa Piratas de Akumal desde el 2014. Luego han seguido otras organizaciones como cooperativa Nativos.

Las cooperativas, que emplean aproximadamente a la mitad de la población de Akumal, ofrecen servicios de salidas turísticas por la bahía y a ver a las tortugas. Piratas y Nativos están integrados por 100 personas cada una.

Al rebatir los argumentos del CEA, de que las cooperativas destruyen la bahía, éstas señalan que el centro ecológico lleva alrededor de 500 turistas diariamente, pues “traen gente de los hoteles Secrets y por medio de agencias de turismo”, mientras que las cooperativas más grandes apenas tienen capacidad para 100 personas y el resto de las cooperativas meten como 50 personas, señalan.

Con el cierre del acceso al mar las cooperativas y las familias de Akumal también pierden su fuente de trabajo.

“Antes del domingo el presidente municipal, David Balam Chan, nunca vino a dar la cara, tuvo que pasar le hecho de violencia para que nos atendiera, nos pidieron llevar los documentos donde avalamos que nuestro acceso sí existe y que nos lo han robado”, afirman los vecinos.

Fotos: Expresión Cancún

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