El recorrido concluirá con un encuentro internacional en el Caracol Jacinto Canek.
La Caravana El Sur Resiste llegó al bloqueo que mantienen comunidades mixes desde hace 60 días en las vías del ferrocarril del Istmo de Tehuntepec, en el tramo Mogoñé Viejo-Vixidu, Oaxaca, que han denominado campamento Tierra y Libertad.
En el lugar se denunciaron los actos de acoso e intimidación que sostienen elementos de la Secretaría de Marina y del crimen organizado contra campesinos de Mogoñé Viejo, que mantienen la resistencia contra las obras de modernización del ferrocarril pues han resultado afectadas 700 familias.
También se denunciaron actos de represión contra comuneros de Santa Cruz Tagolaba, así como contra activistas y autoridades locales de Ixhuatán, por parte de un grupo que encabeza Tacho Canasta, según identificaron.
Con la participación de cientos de personas provenientes de 12 municipios de los estados de Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Tabasco, así como de la Penínusla de Yucatán, hubo una marcha donde se rechazó “a los proyectos de muerte” y se exigió respeto a los derechos de los pueblos indígenas del Sur de México.
En la tercera jornada de la Caravana, también se recordó el aniversario 13 de los activistas Betty Cariño y Jyri Jakoola, quienes formaban parte de una caravana humanitaria que buscaba llevar apoyo a la comunidad triqui de San Juan Copala, también en Oaxaca.
El recorrido
La Caravana inició el 25 de abril del Ejido La Gloria, Chiapas. De ahí se trasladó al Ejido El Progreso, donde el donde el Consejo Autónomo Regional de la Costa de Chiapas compartió su experiencia de 30 años contra las altas tarifas de la Comisión Federal de Electricidad.
“Por qué tenemos que elegir entre comer, entre la ropa, y pagar un recibo de 1500 pesos o 3000 pesos, somos campesinos, obreros, pescadores; no tenemos para pagar estas cuotas”, dijo uno de los integrantes del Consejo.
La Caravana se trasladó después a la ciudad de Tonalá, Chiapas, donde la resistencia del Frente Cívico Tonalteco se pronunció contra los megaproyectos del Tren Maya y Corredor Interoceánico, calificados como de exterminio del pueblo y de beneficio para industrias extranjeras.
Puente Madera
Ese día, la Caravana, donde también caminan personas que provienen de 10 países, llegó en la noche a la comunidad de Puente Madera, Oaxaca. Fue recibida por una larga fila de antorchas cargadas por personas que resisten contra la imposición de un Parque Industrial que forma parte del Corredor Interoceánico.
De ahí fueron al territorio comunal llamado El Pitayal, donde integrantes de la Asamblea del Istmo expresaron la importancia del lugar más allá del espacio físico y de su biodiversidad: “Del Pitayal vivimos, de ahí comemos porque cortamos leña que usamos para cocinar pero que también vendemos, ahí hay conejo y venado, si nos quitan el Pitayal es como si nos quitaran nuestro banco para vivir”.
El recorrido de la Caravana seguirá por las comunidades en resistencia contra los megaproyectos del Istmo y concluirá el 5 de mayo en el Caracol Jacinto Canek, de San Cristóbal de las Casas, para ahí dar inicio al Encuentro Internacional El Sur Resiste 2023.
Algunas de las organizaciones convocantes son la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio (APIIDTT), Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (UCIZONI), el Centro de Derechos Humanos Digna Ochoa, Frente Cívico Tonalteco, Consejo Autónomo de la Costa de Chiapas, el Proceso de Articulación de la Sierra de Santa Marta, Sur de Veracruz, el Consejo Regional Indígena de Xpujil (CRIPX), entre otras.
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