Experiencia de autonomía en pueblo de San Juan Volador

Durante los días del Segundo Encuentro Nacional de Mujeres, ellas crearon un espacio seguro en su comunidad.

Redacción La Coperacha
Ciudad de México // 05 de agosto de 2019

La comunidad indígena nahua de San Juan Volador, en la zona sur de Veracruz, vivió una experiencia de autonomía los días que recibió a más de 600 mujeres para el Segundo Encuentro Nacional de Mujeres convocado por el Consejo Nacional Indígena (CNI-CIG) los días 28 y 29 de julio.

La seguridad fue responsabilidad de las organizadoras del encuentro, mujeres indígenas nahuas y popolucas, y ofrecida por gente de la localidad. “Fue un ejercicio de autonomía en la comunidad”, describe Maribel Cervantes Cruz, indígena popoluca y participante del encuentro.

Cerca de 30 “compañeros”, gente de confianza para las mujeres, se les explicó e invitó. Ellos se integraron y coordinaron con las organizadoras del encuentro. Se apostaron en los accesos y salidas de San Juan Volador y realizaron rondines en los lugares de las actividades. Aún así, las fuerzas de seguridad estatal también hicieron presencia en momentos, narra Cervantes Cruz.

“La diferencia con la seguridad del Estado es que a sus agentes no los conocemos, no sabemos cómo ni a quién informan”, destaca la también educadora de las comunidades del sur de Veracruz e integrante del CNI.

La participación de más de 600 mujeres en el encuentro de San Juan Volador inyectó ánimo a las colectivas que se dieron cita: “supimos que podemos construir una comunidad diferente; vimos el cambio de una comunidad con su propia seguridad y sin venta de alcohol”.

Hospedajes solidarios y hombres trabajando en la cocina fueron otros cambios vividos en Volador, donde las mujeres son principalmente canasteras y los hombres laguneros, y ofrecen sus productos del campo, ganadería y el mar.

Megaproyectos afectan más a mujeres
En esa comunidad, perteneciente al municipio de Pajapan, el gobierno pretende construir un puente vehicular que lo conectaría con Coatzacoalcos; infraestructura que las mujeres rechazan porque sería el acceso de más inseguridad.

Las mujeres se pronunciaron contra todos los megaproyectos en México, como el Transístmico, porque significa crear una línea divisoria entre los estados del sur y del norte, entregar el Istmo para convertirlo en un parque industrial, que representaría un “despojo territorial y destrucción de nuestra madre naturaleza”, que generaría mano de obra “semiesclavizada” y mayor violencia.

De las experiencias escuchadas en las mesas de trabajo, la educadora destaca la enseñanza de organizarse: “Hay que darnos cuenta que el patriarcado está quebrando nuestras vidas, es un sistema que viene desde arriba y destruye la vida, principalmente de las mujeres”.

Otra enseñanza fue que “cuando la tierra y el territorio se pierden con megaproyectos a las mujeres nos va peor porque existe una relación más directa con ella. Para su defensa hay que seguir organizadas, generar alianzas con las hermanas de otros estados, activar redes con las más cercanas. No bajar la guardia”.

Activan red de cuidado de mujeres
Una semana después, el acuerdo de generar una red de mujeres que se cuiden a sí mismas se activó. Ante una situación de violencia sufrida por una mujer a manos de su “compañero” la red frenó el ataque y ha iniciado una denuncia en el proceso legal contra el atacante.

La enseñanza de saber que “hay un mundo de mujeres y un mundo de experiencias que nos dicen que no podemos quedarnos en las casas”, ha dado frutos. “Seguir construyendo ese otro mundo para nosotras”, ha comenzado.

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