Empresas agroalimentarias norteamericanas se lanzan contra nuevo etiquetado en México y decreto contra glifosato.
Organizaciones campesinas, sociales e investigadores alertaron de una campaña de empresas agroalimentarias de Estados Unidos para presionar al Gobierno de México respecto al etiquetado frontal de alimentos que entró en vigor el 1 de octubre y contra el decreto que prohíbe de manera gradual el glifosato.
El 22 de marzo la industria agroalimentaria envió una carta al secretario del Departamento de Agricultura y a la Representante Comercial de Estados Unidos donde manifestaron su preocupación por el nuevo etiquetado en México (NOM 051), donde argumentaron que es un peligro para la importación de sus productos.
Las empresas norteamericanas también tildaron de peligroso al decreto del 31 de diciembre donde se elimina de forma gradual el uso del glifosato y se prohíbe la siembra de maíz transgénico.
Ante ello, las organizaciones campesinas mexicanas hicieron un exhorto al presidente, Andrés Manuel López Obrador para mantener su compromiso hacia la soberanía alimentaria y reiteraron su apoyo a la implementación del etiquetado y del decreto contra el uso del glifosato. “Consideramos que estas medidas son un paso necesario y fundamental para la transición a un modelo agroalimentario saludable y sustentable”, señalaron en un comunicado.
La Campaña Nacional Sin Maíz No Hay Paíz, junto con cientos de organizaciones y personas, señalaron que para las trasnacionales dedicadas a la industria de los alimentos, muchas de las acciones libres y soberanas que el Gobierno de México ha implementado, constituyen un atentado a sus intereses económicos.
Por ello, pidieron “al Gobierno de México a no ceder ante los chantajes de las asociaciones que en su afán de mantener sus ganancias y preservar su poder han traspasado las fronteras de la ética y la salud dañando seriamente la salud, la economía y la biodiversidad de la población mexicana”.
Recordaron que las medidas implementadas para proteger la soberanía alimentaria y la salud de las personas son producto de una lucha de más de 20 años de organizaciones campesinas, ambientalistas, de consumidores, entre otras. Incluso, destacaron que el nuevo etiquetado fue ampliamente reconocido por la UNICEF.
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